Una nueva mirada después de leer el texto “La aventura de ser maestro” de José M. Esteve
La lectura me transporto a mi primer día de trabajo la cual relato: El primer día en que me presente con mi oficio correspondiente ante el director del plantel, mostraba una sonrisa de oreja a oreja, ya que tenia un mejor empleo que era enormemente reconocido y valorado por la sociedad de aquel entonces y era el de “ser maestro”, el director medió la bienvenida, hizo preguntas sobre mi profesión y algunos datos personales, posteriormente me informo que tenían dos semanas esperando al nuevo recurso para las materias de Matemáticas, Biología y Topografía, dio una leve mirada al muro donde tenia pegado los horarios de grupo y me dio la “grata sorpresa” de que tenia 30 minutos para iniciar mi primera clase de Biología, la enorme sonrisa se convirtió en una angustia y un temor jamás experimentado, después procedió a llamar al subdirector académico para que me proporcionara mi programa y horario, para este entonces ya solo quedaban solo 15 minutos, los cuales el subdirector los dedico a darme algunos consejos, el primero de ellos fue jamás pierdas la autoridad como maestro y el segundo prepárate para las clases, para ello ya solo quedaban 5 minutos y se utilizaron para acudir al salón ya que eran sumamente puntuales con el horario, camino al salón debió seguir aconsejando pero no recuerdo nada porque en mi mente solo había temor, la clase ya se la imaginarán pero en otra oportunidad la compartimos.
A los 21 años de servicio en la acción de la práctica docente, me he dado cuenta que los mejores consejos están en el ejercicio en si mismo de la práctica docente, orientada por el deseo nuestro para la superación de los jóvenes en los cuales estamos interviniendo en su formación. Como lo señala José M. Esteve “nadie nos enseña a ser profesores ya que nosotros mismos lo aprendemos por ensayo y error”. ¿Esto será el ser docente?
Al continuar la lectura no tan solo el autor me sitúa en el presente basada en mis experiencias, sino que me invita a trascender en mi práctica, brindando apoyo a los alumnos para comprenderse así mismos y a entender el mundo que les rodea, invirtiendo el conocimiento humano, por el valor humano del conocimiento, y de esta forma hacer pensar y sentir conjuntamente. ¿Esto será el hacer docente?
Coincido plenamente con el autor respecto a que en la formación docente o bien a través de los cursos de capacitación, se nos indica el deber ser pero en raras ocasiones se nos brinda el como hacer docente, lo que me queda como expectativa que si en esta especialidad, lograremos sortear los problemas expuestos por el autor como son: poder elaborar nuestra propia identidad profesional, dominar las técnicas básicas de comunicación e interacción, dominar los contenidos de asignaturas y/o módulos profesionales que nos correspondan y por ultimo, poder adaptar los contenidos al nivel de conocimiento de los alumnos. Tal ves las respuestas resulten fáciles “si”, pero el cuestionamiento es ¿cómo?
La lectura me transporto a mi primer día de trabajo la cual relato: El primer día en que me presente con mi oficio correspondiente ante el director del plantel, mostraba una sonrisa de oreja a oreja, ya que tenia un mejor empleo que era enormemente reconocido y valorado por la sociedad de aquel entonces y era el de “ser maestro”, el director medió la bienvenida, hizo preguntas sobre mi profesión y algunos datos personales, posteriormente me informo que tenían dos semanas esperando al nuevo recurso para las materias de Matemáticas, Biología y Topografía, dio una leve mirada al muro donde tenia pegado los horarios de grupo y me dio la “grata sorpresa” de que tenia 30 minutos para iniciar mi primera clase de Biología, la enorme sonrisa se convirtió en una angustia y un temor jamás experimentado, después procedió a llamar al subdirector académico para que me proporcionara mi programa y horario, para este entonces ya solo quedaban solo 15 minutos, los cuales el subdirector los dedico a darme algunos consejos, el primero de ellos fue jamás pierdas la autoridad como maestro y el segundo prepárate para las clases, para ello ya solo quedaban 5 minutos y se utilizaron para acudir al salón ya que eran sumamente puntuales con el horario, camino al salón debió seguir aconsejando pero no recuerdo nada porque en mi mente solo había temor, la clase ya se la imaginarán pero en otra oportunidad la compartimos.
A los 21 años de servicio en la acción de la práctica docente, me he dado cuenta que los mejores consejos están en el ejercicio en si mismo de la práctica docente, orientada por el deseo nuestro para la superación de los jóvenes en los cuales estamos interviniendo en su formación. Como lo señala José M. Esteve “nadie nos enseña a ser profesores ya que nosotros mismos lo aprendemos por ensayo y error”. ¿Esto será el ser docente?
Al continuar la lectura no tan solo el autor me sitúa en el presente basada en mis experiencias, sino que me invita a trascender en mi práctica, brindando apoyo a los alumnos para comprenderse así mismos y a entender el mundo que les rodea, invirtiendo el conocimiento humano, por el valor humano del conocimiento, y de esta forma hacer pensar y sentir conjuntamente. ¿Esto será el hacer docente?
Coincido plenamente con el autor respecto a que en la formación docente o bien a través de los cursos de capacitación, se nos indica el deber ser pero en raras ocasiones se nos brinda el como hacer docente, lo que me queda como expectativa que si en esta especialidad, lograremos sortear los problemas expuestos por el autor como son: poder elaborar nuestra propia identidad profesional, dominar las técnicas básicas de comunicación e interacción, dominar los contenidos de asignaturas y/o módulos profesionales que nos correspondan y por ultimo, poder adaptar los contenidos al nivel de conocimiento de los alumnos. Tal ves las respuestas resulten fáciles “si”, pero el cuestionamiento es ¿cómo?
Hola Alfredo
ResponderEliminarMuy interesante tu Blog. y recuerdo tus participaciones con mucho gusto
Un saludo